Jose Luis de Erasmus por Italia

Este post realmente iba antes del que colgué anteayer, porque en Venecia estuvimos el 23 de Noviembre, y ya han pasado dos semanas desde aquello, pero Rosi colgó las fotos en facebook anteayer y me acordé que no lo había contado. Dado que es el único viaje que he hecho desde que estoy en Italia pues era digno de contar. Esto era también porque estos días he estado leyendo el interminable blog de Carles y me entraban ganas de escribir. El problema es que él escribe casi todos los días y entonces no doy abasto a leer las entradas antiguas. Como él lee también este le dejaré un recadito, y es si tendría el detalle de imprimir lo que ha escrito y por navidad regalarme el primer libro que ha escrito con sus andanzas (A cambio yo puedo hacerte una copia del mío y añadir como regalo una copia del que escribí en el camino de Santiago) Para quien no lo sepa Carles es uno de mis compañeros de caminata en aquellos hermosos días de finales del verano de 2006.

Y vuelvo a donde estaba, este año tocaba Biennale en Venecia y ya que estábamos aquí dijimos que estaba feo no ir, así que pensamos en ir un par de días el fin de semana de la clausura, que era el 23-24 de Noviembre. Además ese fin de semana unas cuantas se iban a Perugia, otros dijeron de hacer un viaje y ante la falta de contante, Rosi y yo decidimos alquilar un coche para ir y venir, así además el domingo podíamos dedicarlo a hacer proyectos, la idea le gustó a Jorge y al final también se apuntaron Dani y Nuria, no nos costó entre gasolina, alquiler y peajes menos que el tren, pero en el coche lo pasamos muy bien, yo conduje medio camino de vuelta (que tenía unas ganas tremendas) y a la ida fui haciendo de guía y viendo el paisaje mientras recorríamos carreteras secundarias rumbo a Venecia.

Nos levantamos temprano y fuimos a coger el tren porque el coche lo alquilamos en Bolonia, llegamos allí y cuando parecía estar todo claro me dijeron que no le daban la autorización de la tarjeta de Jorge para alquilar el coche, tuvimos que cancelar su reserva y hacer una nueva pagando yo, y es que no solo tomaron mi número de tarjeta por si pasaba algo sino que me hicieron pagar 400 euros de fianza (un poca vergüenza la verdad, pero si queríamos coche…)

Cogimos el coche, salimos dirección Venecia por carreteras secundarias, queríamos ahorrarnos el peaje (aquí las autstrade son casi todas de pago) y así además veríamos el paisaje que haciendo un buen día se estaba bien, suerte porque el fin de semana siguiente llovieron los mares y habían 80 cm de agua sobre la piazza di San Marco.

Llegamos a la estación de Mestre, que es el pueblo de antes de Venecia tras coger un trozo de autopista, porque llevábamos más de dos horas en el coche y la gente se estaba empezando a poner nerviosa, y de allí cogimos un tren a Venecia y nos dirigimos a San Marco para de allí ir a ver la bienal. Yo quería encontrar el sitio donde comí un trozo fantástico de pizza con Paula el verano pasado, pero Nuria y Jorge se estaban desesperando porque estaban hambrientos y unos catalanes nos recomendaron un sitio donde comí unos spaghetti a la carbonara muy buenos algo escasos, Rosi, Dani y Jorge pidieron unos pasta con sepia y este fue el resultado. 

Tras comer fuimos a San Marco y se nos hicieron las 4 para llegar a la bienal, con lo cual solo pudimos estar en uno de los dos sitios un par de horas, pero lo pasamos muy bien, sobretodo con los confetis del pabellón de Bélgica. Nos cerraron y para volver a la estación (que estaba a la otra punta de la isla) cogimos un vaporetto y dimos un frío a la par que hermoso paseo por el gran canal de noche y luego corriendo para casa porque no llegábamos a tiempo a coger el tren de vuelta, con los trenes siempre es así, ayer casi me toca quedarme en Bolonia después del entrenamiento porque no llegaba a coger el tren, suerte que casi nunca lo pierdo (espero que continúe así).

Y eso ha sido el resumen del viaje a Venecia, en cuanto a la actualidad hoy Rosi ha hecho unas lentejas fantásticas, que con el día de perros que hace sentaban mejor aún, y de segundo he cogido pan con aseitico y le he echado jamón y lomo bueno que me ha mandado mi mamá con lo que he comido como un rey.

Como en todas las cartas tengo que poner algo de hockey (lo dice la norma) comentaré que he roto ya el palo de sala que me compré hace dos semanas, por suerte me ha dicho Tommy que me lo cambia, porque si el palo se ha roto en dos semanas debía estar mal (por muchos palos que peguen aquí en Italia) así que bien. Oigo en mi cabeza las palabras de mi mamá: “No derroches…” pero me olvidé de meter las cosas de sala cuando mis padres me enviaron la bolsa, así que me tuvieron que enviar mi guante y mis zapatillas y aquí me compré un palo, de hockey es lo primero que compro en dos años, así que tampoco pasa nada.